jueves, 3 de noviembre de 2011

RENTABILIZAR EL MUNDO DEL SABER


Los empresarios debemos adquirir un único compromiso social prioritario: mantener el mayor numero de puestos de trabajo durante esta gran crisis y luchar denodadamente por salir de ella con el menor coste posible, tanto social como económico.

Hay que instaurar lo que yo vengo llamando, en recuerdo de Antonio Machado, valores-espina, bien es cierto que cuando se empiezan a aplicar, producen cierto dolor y molestia, pero con la práctica cotidiana sirven de satisfacción y tranquilidad.

Me refiero a la verdad, a la honradez, al cumplimiento del deber, a la no codicia desmesurada, al abandono del egocentrismo y a pensar un poco en los demás, a la valoración del esfuerzo y al reconocimiento al que más trabaja y no al que más tiene. Son valores que debemos recuperar con la máxima urgencia y empezar a exigirlos en nuestras escuelas y centros de educación. Son valores con los que se debe tratar de impregnar a la sociedad entera.

Si no lo hacemos es posible que salgamos de esta crisis económica viviendo peor y trabajando más y, aún así, el verdadero problema, el verdadero mal, tampoco lo habremos sanado.

La única forma que existe de poder llegar a realizar esta gran metamorfosis de la sociedad, es el convencimiento y trabajo de todos, al que debemos aplicarnos decididos para que el esfuerzo no sea en vano.

Las empresas, los empresarios, somos la amalgama imprescindible de esta sociedad capitalista y por tanto somos los mas interesados en que el problema se resuelva y se resuelva bien, no podemos ni debemos dejarlo sólo en manos de los políticos y no es bueno que la recuperación de los valores se politice o se deje en manos de las religiones, debemos tratar de que, a través del llamado mundo cultural, se vaya difundiendo esta forma de vivir basada en la implantación y practica de valores éticos y humanos y que sea la sociedad completa la que lidere el necesario cambio.

Por otra parte nosotros mismos debemos replantearnos nuestras políticas empresariales, tenemos que valorar las consecuencias de ciertas prácticas y dejaciones que bajo la etiqueta de la normalidad han creado un sistema asfixiante y en algún caso propicio a prácticas de dudosa ética

Si, además, conseguimos, en este dramático momento en que las ideas son el producto más demandado y necesario para seguir compitiendo, que el mundo del saber, el mundo del conocimiento y la cultura en general, colaboren con nosotros, podemos y debemos saber rentabilizarlo.

Carlos RODRIGUEZ
Presidente de FORCAL

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